HUEVOS DE CAMPO.
Si bien a simple vista no parece haber diferencias, ¿cómo diferenciarlos? Las gallinas criadas en un ambiente natural ponen huevos más sabrosos, nutritivos y coloridos que los de criadero, aunque los segundos son mucho más consumidos.
A simple vista no parecen muy diferentes. Si bien puede variar un poco el color de la yema o el tamaño, los huevos de campo, los industriales y los orgánicos son para la percepción de cualquier consumidor bastante parecidos. Sin embargo, tienen diferencias clave que hacen que sean productos distintos entre sí.
La gallina de campo, criada a la vieja usanza y alimentada con maíz, tiene espacio para correr, puede comer bichos de la tierra y sentirse a sus anchas. En cambio aquellas que producen huevos para la producción industrial, viven todas sus vidas confinadas en pequeñas jaulas y les cortan las alas y el pico para que tengan el menor radio de movimiento posible. Además, tendrán que conformarse con un polvo, el cual contiene todo lo necesario para crecer, vitaminas, proteínas, minerales, etc, en base a harina de pescado. También se usa soja para la entrega de proteínas, siendo uno de los cultivos más transgénicos del mundo.
Los huevos orgánicos, en cambio, provienen de gallinas alimentadas 100% con comida orgánica, libre de residuos químicos agrícolas, y que, como las de campo, también viven libremente en una granja, aunque con algunos cuidados especiales. Los animales tampoco pueden ser tratados con hormonas, antibióticos u otros fármacos.
Según el Instituto de estudios del huevo, la forma de cría de las gallinas determina el tipo de huevo.
Diferencias entre las gallinas criadas en jaulas, en suelo, camperas y ecológicas:
1. Criadas en jaulas: las gallinas viven en jaulas, pensadas para que tengan acceso al pienso, al agua y para facilitar la recogida de huevos, de las que nunca salen. Los defensores de los animales alertan sobre el maltrato que esto supone para ellas. Además de estar hacinadas, por ejemplo, se les corta el pico para que no se ataquen entre ellas.
2. Criadas en suelo: pueden moverse libremente, pero no están al aire libre, sino dentro de una nave. 3. Con acceso al aire libre: además de a una nave, las gallinas tienen acceso al aire libre. 4. Criadas en granjas ecológicas: además de tener acceso al aire libre, las gallinas son alimentadas con pienso procedente de la agricultura ecológica y deben cumplir las normas de la producción orgánica.Cómo diferenciarlos
La manera más sencilla de distinguirlos a la hora de comprarlos es mirando el inicio del código alfanuméríco que tienen impresos los huevos, o también la huevera. Si el primer número es el 3 será un huevo procedente de gallina de jaula; el 2 se refiere a gallinas criadas en suelo, el 1 a las camperas, y el 0 a las ecológicas.
Probándolos también es posible diferenciarlos, aunque ya requiere de un paladar un tanto afilado. A nivel nutricional, también hay diferencias. En contra de lo que opinan algunos expertos, el Departamento oficial de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) concluye que son más nutritivos los huevos de gallinas criadas de forma libre.
No solo tienen un tercio menos de colesterol, un 25 por ciento menos de grasa saturada y el doble de ácidos grasos omega 3, sino que además triplicaban los niveles de vitamina E y septuplicaban los niveles de betacaroteno. Además, si las gallinas comen pienso orgánico, a los huevos llegarán menos restos de pesticidas, antibióticos y otros fármacos u hormonas sintéticas, en caso de que a las gallinas de jaula se les suministre.
Por otro lado, muchos consumidores piensan que el huevo más saludable es aquel que muestra una yema de color amarillo brillante, pero lo cierto es que esto es un error común. En efecto, los huevos más naturales son aquellos que muestran color de yema naranja oscuro. Quien sabe de animales de granja, puede reconocer la calidad y naturalidad con la que se tratan y crían estos animales, a partir del color de la yema de huevo.
Por último, está la parte ética, que también se refleja en el precio. Y es que elegir huevos de gallinas criadas en jaulas es pagar más barato a costa de un indignante maltrato animal. En este caso, a pesar de su buen precio, la economía a escala sale demasiado cara.
Fuente: Edición Rural
El azúcar blanco se refina a través de un proceso de varios pasos utilizando diversos productos químicos, incluido el dióxido de azufre, el ácido fosfórico y el hidróxido de calcio. Este proceso elimina cualquier impureza del azúcar, así como las melazas naturales que le dan al azúcar sus diferentes tonos de color marrón. Por eso el azúcar comercial es 100% blanco y 100% sacarosa.En cambio el azúcar orgánico tiene un color más rubio y sabor levemente distintivo, causado por el contenido de melaza natural en cada cristal de azúcar.
El Azúcar Rubio Orgánico TERRA SANA podes encontrarla en el Mercado en tu Barrio de av 66 y 135 de La Plata..
Este producto es producido utilizando como materia prima la caña de azúcar, que es cultivada de acuerdo a las normas de producción orgánica dentro de un manejo productivo donde la utilización de abonos verdes, labores manuales de limpieza, prácticas conservacionistas, uso de abonos orgánicos y el cuidado del medio ambiente, son los pilares del sistema.
Contrariamente a la creencia popular, la etiqueta “orgánico” no significa “sin procesar” cuando se trata de azúcar. Todo azúcar debe someterse a algún tipo de procesamiento antes de ser vendido. El término orgánico se usa en realidad para indicar los métodos de cultivo utilizados para cultivar la caña de azúcar de la que se obtiene el azúcar. El azúcar blanco, además de procesarse para eliminar todos los rastros de melaza natural, generalmente se obtiene de la caña de azúcar (o la remolacha azucarera) que se cultiva en campos fumigados con pesticidas y herbicidas. Si te preocupa la posible contaminación por pesticidas y querés que el azúcar se haya procesado lo más mínimo posible, tenés que buscar azúcar etiquetado como “orgánicos” o “natural”.
HUEVOS DE CAMPO.
Si bien a simple vista no parece haber diferencias, ¿cómo diferenciarlos? Las gallinas criadas en un ambiente natural ponen huevos más sabrosos, nutritivos y coloridos que los de criadero, aunque los segundos son mucho más consumidos.
A simple vista no parecen muy diferentes. Si bien puede variar un poco el color de la yema o el tamaño, los huevos de campo, los industriales y los orgánicos son para la percepción de cualquier consumidor bastante parecidos. Sin embargo, tienen diferencias clave que hacen que sean productos distintos entre sí.
La gallina de campo, criada a la vieja usanza y alimentada con maíz, tiene espacio para correr, puede comer bichos de la tierra y sentirse a sus anchas. En cambio aquellas que producen huevos para la producción industrial, viven todas sus vidas confinadas en pequeñas jaulas y les cortan las alas y el pico para que tengan el menor radio de movimiento posible. Además, tendrán que conformarse con un polvo, el cual contiene todo lo necesario para crecer, vitaminas, proteínas, minerales, etc, en base a harina de pescado. También se usa soja para la entrega de proteínas, siendo uno de los cultivos más transgénicos del mundo.
Los huevos orgánicos, en cambio, provienen de gallinas alimentadas 100% con comida orgánica, libre de residuos químicos agrícolas, y que, como las de campo, también viven libremente en una granja, aunque con algunos cuidados especiales. Los animales tampoco pueden ser tratados con hormonas, antibióticos u otros fármacos.
Según el Instituto de estudios del huevo, la forma de cría de las gallinas determina el tipo de huevo.
Diferencias entre las gallinas criadas en jaulas, en suelo, camperas y ecológicas:
1. Criadas en jaulas: las gallinas viven en jaulas, pensadas para que tengan acceso al pienso, al agua y para facilitar la recogida de huevos, de las que nunca salen. Los defensores de los animales alertan sobre el maltrato que esto supone para ellas. Además de estar hacinadas, por ejemplo, se les corta el pico para que no se ataquen entre ellas.
2. Criadas en suelo: pueden moverse libremente, pero no están al aire libre, sino dentro de una nave. 3. Con acceso al aire libre: además de a una nave, las gallinas tienen acceso al aire libre. 4. Criadas en granjas ecológicas: además de tener acceso al aire libre, las gallinas son alimentadas con pienso procedente de la agricultura ecológica y deben cumplir las normas de la producción orgánica.Cómo diferenciarlos
La manera más sencilla de distinguirlos a la hora de comprarlos es mirando el inicio del código alfanuméríco que tienen impresos los huevos, o también la huevera. Si el primer número es el 3 será un huevo procedente de gallina de jaula; el 2 se refiere a gallinas criadas en suelo, el 1 a las camperas, y el 0 a las ecológicas.
Probándolos también es posible diferenciarlos, aunque ya requiere de un paladar un tanto afilado. A nivel nutricional, también hay diferencias. En contra de lo que opinan algunos expertos, el Departamento oficial de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) concluye que son más nutritivos los huevos de gallinas criadas de forma libre.
No solo tienen un tercio menos de colesterol, un 25 por ciento menos de grasa saturada y el doble de ácidos grasos omega 3, sino que además triplicaban los niveles de vitamina E y septuplicaban los niveles de betacaroteno. Además, si las gallinas comen pienso orgánico, a los huevos llegarán menos restos de pesticidas, antibióticos y otros fármacos u hormonas sintéticas, en caso de que a las gallinas de jaula se les suministre.
Por otro lado, muchos consumidores piensan que el huevo más saludable es aquel que muestra una yema de color amarillo brillante, pero lo cierto es que esto es un error común. En efecto, los huevos más naturales son aquellos que muestran color de yema naranja oscuro. Quien sabe de animales de granja, puede reconocer la calidad y naturalidad con la que se tratan y crían estos animales, a partir del color de la yema de huevo.
Por último, está la parte ética, que también se refleja en el precio. Y es que elegir huevos de gallinas criadas en jaulas es pagar más barato a costa de un indignante maltrato animal. En este caso, a pesar de su buen precio, la economía a escala sale demasiado cara.
Fuente: Edición Rural
TOMATES DESHIDRATADOS Tomates Perita Maduros Deshidratados. SIN SAL . SIN CONSERVANTES Ingredientes: Tomates Deshidratados. Presentación: 100gr Certificaciones de este Producto
SALSA DE TOMATE Elaborado artesanalmente con tomates orgánicos seleccionados en forma manual y cultivados en un ambiente ecológico, libre de fertilizantes,herbicidas e insecticidas químicos. No contiene agregado de sodio Certificación ARGENCERT
Arroz yamaní Terrasana – Sabores de la tierra DESCRIPCIÓN El arroz yamaní es el preferido por quienes siguen una dieta macrobiótica debido a su pH equilibrado y su fácil digestión. Fuente de vitamina B: Es una gran fuente de vitaminas … Continuar
Elaborado artesanalmente con tomates orgánicos seleccionados en forma manual y cultivados en un ambiente ecológico, libre de fertilizantes,herbicidas e insecticidas químicos. No contiene agregado de sodio Certificado por ARGENCERT
Son fuente de minerales. Aportan magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro y oligoelementos como el zinc y el selenio, con propiedades antioxidantes. Es importante su gran aporte vitamínico. Son ricos en grasas saludables. Aportan proteína vegetal. Son ricos en fibra.
VINO ORGANICO QUINDE MALBEC. RED BLEND. 750CC BODEGAS VINECOL. MENDOZA
DESCRIPCIÓN Este azúcar proviene de campos certificados orgánicos, libres de pesticidas y agroquímicos. Ingredientes: Azúcar de caña. Certificación OIA